Impuesto a las remesas en EEUU: el proyecto republicano que afecta a 40 millones de migrantes

En línea con la política anti-inmigrantes del gobierno de Donald Trump, los republicanos presentaron un proyecto de ley en la Cámara de Representantes para imponer un impuesto del 5% al envío de remesas. Si es aprobada, la medida afectaría a unos 40 millones de migrantes, incluso a los que tienen un permiso de residencia permanente, y provocaría un fuerte impacto en países como México, donde miles de familias dependen en gran parte del dinero enviado desde Estados Unidos.
La idea detrás de la propuesta es que este impuesto serviría para desincentivar la inmigración irregular al aumentar el costo de enviar dinero al país de origen de los migrantes. A la vez, podría ayudar a que el gobierno obtenga un nuevo flujo de ingresos fiscales, en medio de los planes de la administración Trump para llevar adelante recortes impositivos, y a apoyar iniciativas de seguridad fronteriza.
El gravamen se aplicaría a los envíos hechos por indocumentados, inmigrantes con residencia permanente, visas de trabajo o amparados con cualquier beneficio migratorio. Los ciudadanos estadounidenses estarían exentos del impuesto.
Por su parte, los críticos del plan consideran que podría tener un impacto negativo en las comunidades que dependen de las remesas, que llegan en general a sectores menos favorecidos, pero además advierten sobre el peligro de que aumente la informalidad y sobre una doble tributación para los migrantes.
Los cuestionamientos en México
De hecho, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, salió a cuestionar abiertamente al proyecto de ley y advirtió que viola un tratado entre ambos países para evitar la doble tributación, vigente desde 1994. «No estamos de acuerdo con este impuesto, lo plantean los congresistas republicanos. Primero, es discriminatorio y segundo viola un tratado firmado entre México y Estados Unidos», dijo este viernes la mandataria durante su habitual rueda de prensa matutina.
Además, calificó la iniciativa republicana como una “injusticia». «A ver: ¿cómo van a gravar si ya pagan impuestos los mexicanos allá? (…) Todos los mexicanos que viven en Estados Unidos pagan impuestos, tengan documentos o no tengan documentos, todos pagan impuestos», declaró el miércoles. «Las remesas son fruto del esfuerzo de quienes con su trabajo honesto fortalecen no sólo la economía mexicana, sino también la de Estados Unidos», agregó.
El secretario de Hacienda, Edgar Amador, explicó por su parte que los flujos de recursos que mandan los migrantes ya pagan un impuesto sobre la renta, por lo que añadir este nuevo gravamen «sería una doble tributación», según recogió la agencia AFP.
Los impactos de la medida
México no es el único país en el que miles de familias se verían afectadas por este impuesto: las remesas representan entre el 25% y el 30% del PBI de Honduras, el 20% del de Guatemala y el 24% de El Salvador.
El impacto financiero para los receptores de remesas puede ser muy duro, puesto que para «países como El Salvador, Guatemala y Honduras, estas transferencias representan un pilar fundamental del bienestar económico de los países y comunidades de origen», asegura el Migration Policy Institute (MPI, por sus siglas en inglés).

Los envíos de dinero «representan un medio importante de apoyo para muchas personas en los principales países emisores de migrantes y se ha demostrado que mejoran la nutrición, la educación y otros indicadores a nivel de los hogares, mientras que tienen efectos de desarrollo más limitados a nivel nacional o comunitario», señaló Michelle Mittelstadt, directora de Medios y Asuntos Públicos del MPI, a Univisión.
Según diversos especialistas, la medida podría tener un efecto indeseado y hasta aumentar la migración, además de la informalidad.
Miguel D. Ramírez, profesor de Economía en el Trinity College, destacó que los republicanos creen que el impuesto podría generar importantes ingresos y desincentivar la inmigración. «Sin embargo, esto es discutible porque los migrantes podrían encontrar formas de eludir el impuesto al no enviarlos a través de las redes establecidas (por ejemplo, Western Union o los bancos participantes), y podría llevarles a emigrar más a EEUU para compensar la pérdida de ingresos», dijo a Newsweek.
Algo similar opinó el director de la Coalición de los Derechos Plenos para los Inmigrantes, Juan José Gutiérrez, quien dijo a que “esto va a causar un efecto contrario, si las familias ya no reciben el dinero suficiente para subsistir van a verse obligadas a seguir el camino de sus seres queridos que ya viven en Estados Unidos”.
«En lugar de mejorar el panorama de la inmigración indocumentada, estas propuestas lo van a empeorar. Estos legisladores republicanos no tienen en cuenta la raíz del problema, que en la mayoría de casos es la pobreza», apuntó Gutiérrez a EFE.
Fuente: El Observador
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