El gobierno ha tomado medidas para frenar las prácticas ilegales en cuanto a la emisión de licencias de conducir, luego que la Fiscalía General de la República desmantelara una red de corrupción que incluía a empleados públicos, escuelas de manejo y otras tramitadoras que vendían el documento hasta en un mil dólares.

El titular del Viceministerio de Transporte, Nelson Reyes, resaltó esta mañana el trabajo coordinado entre distintas instituciones para tomar cartas en este caso.

«Estamos tomando el control, de forma definitiva, sobre todas estas prácticas que se estaban dando. Muchas son tramitadoras que solo servían como fachada, lo que querían era ganar dinero. Estaban haciendo de la seguridad vial un negocio», afirmó.

El funcionario señaló que este caso de corrupción que se estaba dando en las escuelas de manejo y examinadoras es como un cáncer y está fundamentada en investigaciones internas, ante lo cual se presentó un aviso a la FGR para que el caso sea judicializado.

«Tenemos que asegurar que no se vuelva a ensuciar de esa manera nuestra propia casa. A partir de esto, se están realizando diversas acciones; se tuvo una reunión la semana pasada con las diferentes escuelas examinadoras que no salieron implicadas, estas últimas fueron clausuradas de forma definitiva y ya no van a operar. Eso lo tienen garantizado», subrayó en entrevista de TV esta mañana.

Asimismo, entre las acciones para robustecer la supervisión, las escuelas y examinadoras serán monitoreadas, diariamente, a través de un sistema de videovigilancia. Esto incluye la toma de captura de imagen y de reconocimiento facial, mientras la persona está realizando el examen, dijo.

«La lucha contra estas estructuras ilícitas garantiza un proceso transparente para la obtención de licencias y permite proteger la vida de los salvadoreños al evitar que conductores sin preparación pongan en riesgo a otros en las carreteras», afirmó el gobierno en un comunicado de prensa.