El aire acondicionado del auto es un elemento fundamental para manejar, especialmente con calor intenso o tráfico prolongado. Sin embargo, su función va más allá del confort.

Un uso adecuado influye de manera directa en su seguridad y en la de los demás, ya que, por ejemplo, conducir con exceso de calor puede ser un riesgo.

Según la Dirección General de Tráfico, a 35 grados en el interior del vehículo, sus reflejos pueden ser un 20% más lentos. Esta condición se asemeja a manejar con una alcoholemia cercana a 0,5 g/l en sangre. Por ello, presentamos una guía práctica con los errores más frecuentes y sus soluciones.

Error 1: Encenderlo al máximo inmediatamente

Al entrar a un auto que ha estado bajo el sol, la reacción instintiva es activar el aire acondicionado a su potencia máxima.

La solución: No es la estrategia más eficaz. Los especialistas de Seat recomiendan un paso previo: “abrir las puertas y ventanillas durante al menos un minuto antes de activar el sistema de climatización”.

El beneficio: Este minuto permite que el aire caliente escape. El enfriamiento posterior será más rápido y eficiente. Así, el sistema no trabaja bajo una carga excesiva, lo que protege sus componentes y alarga su vida útil.

Error 2: Dirigir las rejillas directamente al rostro

Cuando siente calor, dirige el flujo de aire frío directamente a su cara.

La solución: Ajuste la orientación de las rejillas de ventilación. Es mejor orientarlas hacia arriba, no hacia su cuerpo.

El beneficio: El aire se distribuirá de manera uniforme por todo el habitáculo. Se evitan puntos con exceso de frío o calor, creando un ambiente más equilibrado y confortable para todos los ocupantes.

Error 3: Activar permanentemente la recirculación del aire

Mantener presionado el botón de recirculación para que el frío no se escape.

El problema: Esta práctica impide la renovación del aire. La humedad se acumula en el interior, lo que provoca que los vidrios se empañen y se reduzca la visibilidad.

La solución: Utilice la función “auto” de su climatizador. “Este modo regula de forma automática el flujo de aire, equilibrando temperatura y humedad dentro del vehículo”. El sistema gestiona por sí mismo la entrada de aire exterior, evitando el empañado y trabajando de forma más eficiente.

Error 4: Apagarlo completamente en temporadas frías

Desconectar el aire acondicionado durante el otoño o el invierno por considerar que no es necesario.

La solución: Active el sistema de forma regular, aunque no requiera enfriar el ambiente.

El beneficio: El aire acondicionado no solo enfría, también deshumidifica. Su uso ocasional ayuda a prevenir que los vidrios se empañen, mejorando la visibilidad. Además, mantiene lubricadas las partes internas del sistema, evitando que se resequen o dañen por falta de uso.

Error 5: Olvidar el mantenimiento periódico

Pasar por alto las revisiones del sistema de climatización, a diferencia de lo que se hace con el aceite o los frenos.

La solución: Incluya el mantenimiento del aire acondicionado en su rutina de servicio. El punto más crítico es el filtro.

La recomendación: “Cambiar los filtros del aire acondicionado cada 15.000 o 20.000 kilómetros”. Este hábito garantiza que el aire circule sin obstrucciones, mejora el rendimiento del sistema y evita un esfuerzo adicional del motor.

Un sistema de seguridad activa

Su aire acondicionado es más que un elemento de confort; es un componente que contribuye a una conducción segura. Al evitar estos cinco errores comunes, no solo optimizará su funcionamiento y ahorrará en reparaciones futuras, sino que también estará protegiendo un factor clave para sus reflejos y concentración al volante.

Su correcto uso y mantenimiento son una decisión utilitaria que impacta directamente en su bienestar y seguridad.

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