El centro histórico de San Salvador está experimentando una profunda transformación que lo proyecta como un motor económico, cultural y turístico para el país.
La directora general de la Autoridad del Centro Histórico, Adriana Larín, detalla que esta recuperación está siendo acompañada por importantes inversiones privadas, que han encontrado en el nuevo clima de estabilidad y orden las condiciones ideales para desarrollarse.
“Tenemos $170 millones de inversión privada a través de ventanilla única. Los inmuebles en el centro histórico se habían convertido en bodegas, muchos estaban desolados, con daños estructurales. Ahora los permisos de construcción se están emitiendo en 20 días hábiles, siempre y cuando cumplan con los lineamientos establecidos”, explicó.
El impulso a la economía no solo se refleja en las cifras de inversión, sino también en la recuperación del patrimonio arquitectónico, la habilitación de espacios públicos y la reactivación del comercio en la zona. Las acciones del Gobierno están consolidando una visión integral que prioriza la seguridad, la eficiencia institucional y la confianza de los inversionistas.

Sobre este desarrollo en el corazón de la capital, la directora de la Autoridad del Centro Histórico destacó: “Son 80 manzanas que se van a intervenir, desde la institución. El plan consolidado con toda la hoja de ruta estará listo en enero. Debemos volver el centro histórico una ciudad habitable. Con los inversionistas se han tenido entrevistas uno a uno para saber qué los motiva a invertir en ciertos sectores”.
Con este proyecto, el centro histórico deja atrás el abandono y la inseguridad para convertirse en un polo de atracción para el turismo, la cultura, la inversión y espacios habitacionales.