Por qué los celulares antiguos 2G fueron la salvación durante el apagón en España

La tecnología de hace tres décadas fue la única capaz de sostener una mínima red de comunicación, durante el apagón del pasado 28 de abril en España. Esta situación dejó sin electricidad a millones de personas durante horas y fueron los teléfonos móviles antiguos, equipados con conectividad 2G, los que ayudaron a muchos comunicarse.
Su funcionamiento, a diferencia de los modernos teléfono con conexión 4G o 5G, fue posible gracias a la simplicidad de una infraestructura que parecía relegada al olvido.
Las redes móviles dependen de miles de antenas distribuidas por el territorio nacional. Estas estaciones requieren un suministro constante de energía eléctrica para operar, por lo que, ante un corte prolongado, comienzan a fallar de forma escalonada. Aunque muchas de estas antenas cuentan con baterías de respaldo o generadores, su autonomía es limitada: entre 2 y 8 horas en el mejor de los casos.
Conforme avanzaban las horas del apagón, las baterías se agotaban, y las antenas más modernas, necesarias para la transmisión de señales 4G y 5G, se apagaban en cascada. La consecuencia inmediata fue la pérdida de cobertura móvil para la mayoría de los dispositivos actuales.

El apagón dejó en evidencia una paradoja tecnológica: cuanto más avanzado es un sistema, más dependiente resulta de una infraestructura compleja y de alto consumo energético.
Por qué sobrevivió el 2G
En este contexto de colapso generalizado, los móviles antiguos —aquellos sin pantalla táctil ni aplicaciones— se convirtieron en herramientas vitales para muchos usuarios.
Estos terminales, que operan exclusivamente con tecnología 2G (GSM), lograron mantenerse operativos más allá del apagón gracias a tres factores esenciales: menor demanda energética, red más simple y priorización por parte de las operadoras.
La red 2G, que data de 1992, está diseñada para garantizar servicios básicos como llamadas de voz y mensajes SMS. Su simplicidad le permite operar en condiciones adversas, utilizando menos recursos técnicos y energéticos.
Por esta razón, las operadoras priorizaron su mantenimiento durante el apagón, concentrando los últimos recursos disponibles —como energía de baterías o generadores— en preservar estos canales esenciales de comunicación.
La red 2G es mucho más sencilla y eficiente energéticamente, lo que permitió que sus torres funcionaran más tiempo que aquellas dedicadas a 4G y 5G. Telefónica, por ejemplo, mantuvo una cobertura total de España peninsular con esta red, mientras que el despliegue del 5G aún está lejos de alcanzar esa extensión.
Qué teléfonos pudieron conectarse y cuáles no
No todos los dispositivos modernos quedaron completamente aislados. Algunos smartphones todavía permiten seleccionar manualmente redes 2G, aunque esta opción no siempre está habilitada según el operador.
En el caso del iPhone 16 Pro, por ejemplo, si bien cuenta con compatibilidad técnica con redes GSM, no fue posible conectarlo a la red 2G de Movistar o Vodafone durante el apagón.
En cambio, usuarios de la operadora Finetwork sí lograron mantener conexión básica gracias a que su infraestructura seguía habilitando la red 2G en determinadas áreas.
Fuentes de la compañía explicaron que “en determinadas zonas, la conectividad 2G sigue estando habilitada, lo que durante la incidencia permitió que algunos dispositivos, como los iPhone con línea Finetwork, mantuvieran conexión básica de voz y datos limitados”.
Por otro lado, la mayoría de los dispositivos Android aún permiten seleccionar redes 2G manualmente, lo que fue una ventaja decisiva para quienes conocían esta función y la activaron a tiempo.
En muchos casos, los usuarios más experimentados consiguieron habilitar GSM en sus smartphones y así mantener la capacidad de hacer llamadas básicas, mientras otros, con terminales más recientes o sin dicha opción, quedaron completamente desconectados mientras se restablecía el suministro de energía.
Fuente: Infobae
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