Keylor Navas no solo debutó el viernes con los Pumas, sino que lo hizo con el gafete de capitán y una victoria a domicilio que ya empieza a marcar el camino de un torneo que promete rugir con acento tico. El mítico guardameta costarricense lideró desde la portería en la victoria 2-0 sobre Querétaro y dejó claro que, aunque nuevo, ya es figura y voz de mando en el vestuario universitario.
“Es un privilegio”, dijo el tres veces campeón de Champions con el Real Madrid, tras el pitazo final en el Estadio de La Corregidora. “Estoy agradecido con mis compañeros y cuerpo técnico por confiar en mí desde el primer día. Es una responsabilidad, pero también una motivación extra”. Palabras de un líder, de un arquero que sabe lo que es cargar con la presión de miles… y responder con temple de acero.
Navas no solo colgó el cero —con un par de atajadas marca registrada que levantaron a la afición—sino que ordenó, gritó, animó y empujó al equipo durante los 90 minutos. En la tribuna, decenas de aficionados ondeaban banderas auriazules mientras coreaban su nombre. Y él, con humildad de gigante, les devolvió el gesto: “Muy contento por el apoyo, eso es algo que nos motiva. Vamos a seguir trabajando, todavía queda mucho por recorrer”.
Después, en redes sociales, el costarricense de 38 años publicó: “Gracias a Dios esta nueva aventura no pudo comenzar mejor. Feliz por el triunfo y la portería a cero. Excelente trabajo de todo el equipo. Gracias a todos por el apoyo”.
El técnico Efraín Juárez no se guardó elogios. “Keylor es el mejor portero en la historia del continente. Nos da jerarquía, confianza y un liderazgo que contagia. Este club está recuperando su identidad, y tenerlo a él en el equipo lo acelera todo”.
Y es que la presencia de Navas ya empieza a sentirse más allá del césped. Juárez reveló que hace apenas unos meses nadie quería fichar por Pumas. “Hoy todos quieren subirse a este barco. Eso dice mucho de lo que estamos construyendo”.