El tránsito comercial entre Guatemala y El Salvador continúa paralizado tras más de 24 horas de cierre en el kilómetro 24.6 de la carretera a El Salvador, una de las principales rutas del comercio centroamericano. El derrumbe mantiene varados a cientos de transportistas y ha frenado la distribución de productos esenciales, generando pérdidas para empresas exportadoras e importadoras.
Las cámaras empresariales y asociaciones de transporte regional advirtieron que la interrupción afecta la logística de exportaciones hacia Honduras, Nicaragua y Costa Rica, ya que esta vía es considerada un corredor clave para el intercambio comercial del istmo. En promedio, más de 3.000 camiones cruzan diariamente por esta ruta, según datos de transporte terrestre.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) informó que las lluvias extremas registradas en los últimos días fueron un factor decisivo en el colapso del terreno. Sin embargo, las autoridades confirmaron que la causa principal fue una obra ejecutada sin licencia, que debilitó la base del cerro afectado.
El presidente Bernardo Arévalo explicó que los trabajos se realizaban “sin permisos, sin estudios técnicos y sin evaluar el impacto en caso de lluvias”. Enfatizó que este tipo de construcciones irregulares representan un riesgo grave en zonas vulnerables del país y que se investigará a los responsables.
Mientras tanto, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) descubrió un socavón en el kilómetro 25, a pocos metros del punto del derrumbe. Según sus técnicos, el agujero se formó por filtraciones de aguas residuales provenientes de viviendas cercanas y podría convertirse en una amenaza estructural en los próximos meses si no se ejecutan obras de mitigación.
Las brigadas han retirado más de 200 camiones de material y mantienen la zona bajo vigilancia ante el riesgo de nuevos deslizamientos. Las autoridades recomendaron a los transportistas y viajeros utilizar rutas alternas y mantenerse informados a través de canales oficiales.
Arévalo descartó declarar estado de calamidad, aunque reconoció que la combinación de lluvias intensas y obras ilegales seguirá siendo un desafío para la seguridad vial y el comercio en la región.
(CA 360)