Hace seis meses, lo que en principio iba a ser una visita cordial del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a la Casa Blanca para firmar un acuerdo de minerales acabó en tragedia después de una disputa televisada entre el propio líder ucraniano, Donald Trump y el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance. Ahora, el mandatario europeo ha tomado todas las medidas posibles para evitar que suceda algo similar.
Pese a que esta vez Zelenski no ha viajado solo a Washington, sino acompañado por multitud de líderes europeos (Macron, Starmer, Meloni, Merz, Stubb, Rutte y Von der Leyen), sí que ha recibido un trato especial. Mientras el resto de la comitiva han entrado por el ala oeste de la Casa Blanca, y han sido recibidos por la jefa de protocolo, Monica Crowly, el líder ucraniano ha entrado por el ala este y le ha recibido el propio Trump en persona.
Ahí se ha hecho notoria la primera diferencia respecto a la visita de febrero. En ese entonces, fue famoso el reproche que las autoridades estadounidenses le hicieron al presidente ucraniano por portar vestimenta informal, que Zelenski utiliza como un signo de que su país está en guerra. Hoy, sin embargo, el líder ucraniano ha vestido una chaqueta oscura confeccionada con el mismo material que la vestimenta de los soldados en el frente. Elegante, pero sin olvidar la realidad de su país. Trump ha agradecido el gesto y ha asegurado que «ama» al pueblo ucraniano.
Posteriormente, en una breve comparecencia ante la prensa en la Casa Blanca —antes de su reunión—, el anfitrión ha empezado asegurando que es un «honor» tener a Zelenski, y el ucraniano ha respondido también con palabras de agradecimiento: «Muchas gracias por tus esfuerzos para parar las muertes y la guerra. Gracias. Y muchas gracias a tu mujer (Melania Trump), que envió una carta a Putin pidiendo el fin de la guerra». A continuación, Zelenski le ha entregado a Trump una carta escrita por su mujer, Olena Zelenska, para Melania.
Trump respondió que «la primera dama siente esto muy profundamente. Ella ha visto lo mismo que ustedes ven, y lo que yo también veo. Es horrible. Ella ama a los niños, tiene un hijo maravilloso al que probablemente ama más que a nadie, incluso más que a mí —odio admitirlo—», añadió. El presidente estadounidense agregó que «era una carta muy hermosa» y que la misma fue «bien recibida» por Putin.
Más allá de estos detalles, este primer acto de esta minicumbre programada en Washington ha mostrado buena sintonía entre ambos líderes. Trump también ha recalcado que, si todo va bien, podrá celebrarse una cumbre trilateral con él, Putin y Zelenski, una condición indispensable de cara a un alto el fuego.
