Apenas horas antes de su muerte, Hulk Hogan todavía mantenía contacto con amigos cercanos, generando sorpresa en aquellos que recibieron la noticia de su fallecimiento de manera repentina. Jimmy Hart, su antiguo mánager y amigo íntimo, relató que había hablado con él la noche previa al deceso: “Lo llamé el miércoles por la noche, y luego el jueves por la mañana fue cuando todo ocurrió. Todo fue tan rápido, pero el día anterior todo parecía tan positivo”, dijo Hart, visiblemente afectado. La rapidez del desenlace impactó profundamente a su entorno, pues creían que el legendario luchador estaba en buen estado.

De acuerdo con registros médicos divulgados por PEOPLE, el deceso de Hogan, cuyo nombre real era Terrence Gene Bollea, se produjo el jueves 24 de julio a causa de infarto agudo de miocardio, conocido como ataque cardíaco. A sus 71 años, el ícono de la lucha libre también sufría de leucemia y fibrilación auricular, un trastorno que genera latidos cardíacos irregulares, según reflejan los mismos documentos. La existencia de la leucemia, un cáncer que afecta a los glóbulos blancos, no había trascendido públicamente hasta ahora.

El reporte inicial sobre la causa de la muerte lo publicó el New York Post. El día de su fallecimiento, servicios de emergencia acudieron a la residencia de Hogan en Clearwater Beach, Florida, tras recibir una llamada por paro cardíaco a las 9:51 a.m.; los paramédicos intentaron reanimarlo durante 30 minutos y luego lo trasladaron a un hospital local, donde se confirmó su deceso. Los registros también señalan que existía consentimiento para la cremación de los restos de Hogan.

La organización WWE, a la que Hogan impulsó a la fama mundial en los años ochenta, expresó su pesar en un comunicado enviado a PEOPLE: “WWE está triste al saber que el miembro del Salón de la Fama de WWE, Hulk Hogan, ha fallecido. Una de las figuras más reconocibles de la cultura pop, Hogan ayudó a WWE a alcanzar reconocimiento global en los años 80. WWE envía sus condolencias a la familia, amigos y fanáticos de Hogan”.

Al poco tiempo del anuncio, figuras como John Cena y Ric Flair le rindieron homenaje. Flair, de 76 años, manifestó estar “absolutamente conmocionado” por la pérdida de su “amigo cercano” en un mensaje publicado en X. Previamente, ya circulaban rumores sobre el deterioro de la salud del luchador desde junio, afirmando que estaba hospitalizado y en estado grave – versiones que fueron desmentidas por sus representantes a E! News, afirmando que “no había razones para entrar en pánico”.

En el pódcast “83 Weeks with Eric Bischoff”, el exbooker de WWE, Eric Bischoff, relató que Hogan se sentía «algo avergonzado» de ser visitado durante sus últimos días. Bischoff, de 70 años, aseguró que durante su encuentro en Florida la conversación requería “más esfuerzo” por parte de Hogan, aunque mantenía su esencia: “Era un trabajo para él conversar, pero seguía siendo el mismo tipo”, narró.

En septiembre pasado, Hogan habló sobre su salud en el pódcast “IMPAULSIVE” de Logan Paul, afirmando: “He tenido como 25 cirugías en los últimos diez años — 10 de ellas de espalda. Me han operado la espalda diez veces, ambas rodillas y caderas, hombros, todo”. Este historial médico ilustra la magnitud de los problemas físicos que afrontó el campeón mundial a lo largo de su carrera.

Hulk Hogan deja tras de sí a su esposa Sky Daily, sus exesposas Linda Hogan y Jennifer McDaniel, y a sus hijos Brooke y Nick Hogan.